Roca, principal inculpado del caso Malaya (ese del miró en el baño) declaró ante el juez que le había tocado la lotería "unas 80 veces", ni más ni menos. Según parece en los últimos quince años le había tocado premio en juegos tan dispares como la lotería nacional, la bonoloto o el cupón de la Once. Entre marzo y septiembre del 2005 tanto a su mujer como a su hija les tocó la lotería nacional, una de ellas incluida fracción y serie del número, una vez la bonoloto, dos veces los cupones de la Once y en otra ocasión habían acertado todos los pronósticos de la Quiniela.
Los investigadores del caso calcularon la probabilidad de que a una persona fuese agraciada tantas veces y les salia una cifra de 1 entre 43 cuatrillones (43 seguido de 24 ceros). Juzgar vosotros mismos si existe tal suerte en una sola persona o usó un método más viejo como es el comprar boletos premiados con dinero negro para luego blanquearlo.
visto en: Microsiervos
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